Pruebas de Esfuerzo

Una de las actuaciones específicas de la medicina deportiva realiza sobre el deportista es la valoración funcional del rendimiento físico (capacidad de hacer esfuerzos de un individuo), La función cardiorrespiratoria durante el ejercicio físico y su recuperación ha sido descrita y utilizada desde hace más de 70 años. La prueba de esfuerzo es útil en el diagnóstico, pronóstico y valoración posterapéutica de enfermedades en diferentes especialidades (cardiología, neumología). En medicina del deporte se utiliza para la valoración del rendimiento deportivo. Durante la ergometría obtenemos parámetros de la respuesta del organismo ante el esfuerzo.
La valoración funcional de un deportista se hace en la práctica mediante la prueba de esfuerzo cardiopulmonar (PECP), cuyo nombre técnico es ergoespirometría, también conocida como prueba de esfuerzo con análisis de gases espirados, prueba metabólica o prueba de consumo máximo de oxígeno.
La ergoespirometría estudia de forma global y no invasiva la respuesta integral del organismo frente al ejercicio, a través de un análisis racional de los sistemas respiratorio, cardiovascular, y musculoesquelético… Esta prueba consiste en someter al deportista a un estrés fisiológico mediante el ejercicio físico incremental ( la intensidad va aumentando periódicamente hasta la carga máxima que el deportista pueda soportar) lo que nos permite, mediante el análisis de los gases respiratorios espirados durante la misma determinar con exactitud y reproducibilidad la capacidad funcional del sujeto evaluado, así como identificar condiciones patológicas existentes o latentes (isquemia miocárdica o arritmias cardíacas, asma de esfuerzo), además de prescribir con certeza un programa de actividad física efectivo y libre de riesgos.
Durante la prueba el deportista estará monitorizado en todo momento lo que nos permite valorar y registrar todos los datos electrocardiográficos y espirométricos durante el estrés físico con dos objetivos fundamentales:
- Establecer un diagnóstico de salud del deportista y,
- Aportar datos objetivos que nos permitan optimizar el entrenamiento.
Durante la ergoespirometría podemos detectar posibles problemas de tipo cardiológico o respiratorio que puedan aparecer al someter al organismo del deportista a un estrés físico de máxima intensidad. El diagnóstico precoz de patología cardíaca es fundamental para prevenir los casos de muerte súbita del deportista.
Por otro lado, tras analizar los valores espirométricos obtenidos (frecuencia ventilatoria, comportamiento de los gases respiratorios) obtenemos datos útiles para conocer el actual estado de forma del deportista, tales como el consumo máximo de oxígeno (VO2 máx) y los umbrales ventilatorios.
El consumo máximo de oxígeno (VO2 máx) es la manera más eficaz de medir la capacidad funcional del deportista, y la definimos como la cantidad máxima de oxígeno (O2) que el organismo puede absorber, transportar y utilizar por unidad de tiempo. A mayor VO2 máx, mayor capacidad aeróbica.s
Obtener el VO2 máx permite estratificar al individuo con estándares de poblaciones específicas según edad, sexo y especialidad deportiva. También permite un seguimiento individual en el tiempo después de aplicar unas cargas de entrenamiento específicas, valorando los incrementos o disminuciones del rendimiento físico (que indican errores o inadaptaciones al entreno).
El comportamiento de la ventilación y de los gases espiratorios (VO2 y la VCO2) durante la ergoespirometría incremental permite determinar otros parámetros fundamentales para aplicar las cargas de entrenamiento, conocidos como umbrales: el Umbral Aeróbico y el Umbral Anaeróbico. Los umbrales ventilatorios corresponden con las zonas de intensidad en que cambia la predominancia de la vía metabólica usada para la obtención de la energía, y que podemos correlacionar con la frecuencia cardíaca. El Umbral Anaeróbico indica la intensidad de trabajo a partir del cual el músculo obtiene la energía del metabolismo anaeróbico y comienza a acumular ácido láctico, que acidifica el músculo y bloquea las reacciones químicas necesarias para la contracción muscular, produciendo fatiga aguda local. Conocer este punto es fundamental e imprescindible para los entrenadores que les permitirán controlar las cargas de entrenamiento con la finalidad de optimizar el rendimiento físico del deportista.
Otros parámetros que pueden ser registrados y útiles para la valoración funcional a capacidad funcional en una prueba de esfuerzo son: la frecuencia cardiaca, el tiempo de la prueba, los vatios desarrollados (en el caso de protocolos en cicloergómetro), la velocidad y pendiente (en tapiz rodante).
Indicaciones de la ergoespirometría
Las indicaciones de la Prueba de Esfuerzo con Gases Espirados en Deporte son varias, pero pueden resumirse en tres apartados principales:
- diagnóstico,
- pronóstico y,
- valoración de la capacidad funcional.
De acuerdo a la evidencia científica respecto a su utilidad y efectividad son:
1) Clase I
(existe evidencia que el procedimiento es útil y efectivo):
Valoración de deportistas con sospecha de cardiopatía |
Valoración de deportistas con cardiopatía diagnosticada, como indicación de aptitud para la practica deportiva |
Deportistas con alteraciones electrocardiográficas basales con objeto de establecer su relación con el entrenamiento físico |
Valoración de la progresión tras un programa de entrenamiento físico |
Sospecha de asma inducida por el ejercicio |
2) Clase IIa
(la evidencia está a favor de la utilidad/eficacia):
Deportistas asintomáticos, mayores de 35 años y con dos o más factores de riesgo, como valoración de la aptitud para la practica deportiva |
Deportistas asintomáticos menores de 35 anos con antecedentes familiares de muerte súbita inexplicable relacionada con el ejercicio en familiares de primer grado jóvenes |
3) Clase IIb
(la utilidad/eficacia esta menos fundamentada por la evidencia):
>> Orientación sobre el ritmo de competición en deportistas que preparan una prueba de larga duración.
4) Clase III
(el procedimiento no es útil ni efectivo, e incluso peligroso):
>> Deportistas menores de 35 años para detección de cardiopatía.
Son indicaciones específicas de las PECP en deportistas, para valorar las respuestas y adaptaciones del organismo entrenado mediante ejercicio, y para obtener datos sobre los efectos del entrenamiento y del rendimiento deportivo de las siguientes:
Determinación de la capacidad de rendimiento físico |
Prescripción de la intensidad de las cargas de entrenamiento en deportistas de cualquier nivel para la mejora del rendimiento deportivo |
Control evolutivo de los parámetros de esfuerzo máximo y submáximo |
Ajuste del ritmo de competición en pruebas de larga duración |
Valoración de disminución del rendimiento |
Estudio y seguimiento de deportistas con cardiopatías que no impiden, en principio la realización de ejercicio físico. |
Evolución y comportamiento en esfuerzo de cambios electrocardiográficos en reposo típicos del deportista |
Reconocimiento de aptitud para la práctica deportiva |
Además, es recomendable la realización de una PECP previa al inicio de un entrenamiento físico vigoroso en la mayor parte de las enfermedades crónicas, pero en especial en las siguientes patologías:
Síntomas de inicio o de inestabilidad de enfermedad cardiovascular (ECV) |
Diabéticos con al menos uno de los siguientes factores:
|
Indicaciones de la ergoespirometría en enfermos
La información obtenida de la ergoespirometría es útil desde la elaboración del diagnóstico y la evaluación del estado de gravedad de los enfermos, hasta la predicción del pronóstico y la respuesta al manejo médico o quirúrgico.
I. Evaluación de la tolerancia máxima al ejercicio
Determinación del VO2 pico y de los factores que limitan el ejercicio |
Diferenciación entre la disnea de origen cardíaco y la pulmonar |
Evaluar el desacuerdo entre los síntomas y la evaluación cardiopulmonar en reposo |
Identificar la presencia de disnea sin causa explicable y con pruebas iniciales no diagnósticas o contradictorias |
II. Pacientes con enfermedad cardiovascular
Evaluación funcional, pronóstica y de la respuesta al tratamiento de pacientes con insuficiencia cardíaca |
Selección de aquellos pacientes que pudieran beneficiarse con un programa de trasplante cardíaco |
Complemento para evaluar el criterio quirúrgico en pacientes con valvulopatías |
Evaluación de pacientes con cardiopatías congénitas |
Prescripción del ejercicio y evaluación del entrenamiento físico en pacientes sometidos a programas de rehabilitación cardíaca |
III. Pacientes con enfermedad respiratoria
Evaluación de intolerancia al ejercicio intenso |
Enfermedad pulmonar obstructiva crónica o intersticial |
Determinación de la magnitud de la hipoxemia asociada al ejercicio o para la prescripción de oxigenoterapia |
Documentación de la respuesta terapéutica para regímenes potencialmente tóxicos |
Enfermedad vascular pulmonar |
Fibrosis quística |
Broncoespasmo inducido por el ejercicio |
Contraindicaciones de la ergoespirometría
1) Absolutas
Infarto de miocardio reciente (menos de 3 días) |
Angina inestable no estabilizada con medicación |
Arritmias cardiacas incontroladas que causan deterioro hemodinámico |
Endocarditis activa |
Estenosis aortica grave sintomática |
Insuficiencia cardiaca no estabilizada |
Embolia pulmonar |
Pericarditis o miocarditis aguda |
Disección aórtica |
Incapacidad física o psíquica para realizar la prueba |
2) Relativas
Obstrucción de la arteria coronaria izquierda principal |
Estenosis valvular moderada |
Hipertensión arterial grave (PAS >200 o PAD 110 mmHg) |
Taquiarritmias o bradiarritmias patológicas |
Miocardiopatía hipertrófica u otras formas de obstrucción del tracto de salida del ventrículo izquierdo |
Bloqueo auriculoventricular de segundo grado (Mobitz II) o de tercer grado |
Accidente vascular cerebral reciente |
Síncope no diagnosticado |
Discapacidad mental con capacidad limitada para colaborar |
Situación medica no corregida o descompensada, como anemia, alteración electrolítica, diabetes o hipertiroidismo |
Lesión deportiva reciente o en fase de recuperación |
Descripción del proceso de una Prueba de Esfuerzo con Gases Espirados
La prueba de esfuerzo es un procedimiento médico que consiste en la valoración de la respuesta del organismo durante el ejercicio. La Prueba de Esfuerzo con análisis de los gases respiratorios o ergoespirometría es una prueba convencional en la que introducimos sistemas de medida del intercambio de gases respiratorios y la ventilación pulmonar. La ergoespirometría nos permite evaluar la respuesta del sistema de transporte de oxígeno y del metabolismo energético. En definitiva la PE nos permite medir de forma objetiva la capacidad funcional del individuo.
¿Qué finalidad tiene la prueba de esfuerzo?
Los objetivos esenciales de una prueba de esfuerzo son el diagnóstico de salud (confirmando la ausencia de enfermedades, principalmente cardiacas) y la valoración de la capacidad funcional del deportista.
Proporciona datos relevantes, algunos variables en función del protocolo utilizado y finalidad. Pero los que no pueden faltar son:
- consumo de oxígeno (VO2) y
- frecuencia cardiaca (FC).
Tras el procedimiento se obtienen datos que permiten determinar las diferentes intensidades de entrenamiento recomendables para conseguir mejoras de rendimiento deportivo: umbral aeróbico, umbral anaeróbico. El entrenador del deportista no puede prescindir de estos parámetros si quiere planificar correctamente las cargas de entrenamiento.
¿Hay tipos diferentes de pruebas de esfuerzo?
Hay diversos protocolos estandarizados para efectuarla, es importante contemplar que para poder realizar una comparativa de resultados es preferible hacer siempre el mismo test. Generalmente, se desarrollan en un tapiz rodante o bicicleta ergométrica, acompañado de una máscara que permita medir el intercambio de gases.
Los procedimientos más comunes son aquellos que suponen incrementos progresivos de la carga de trabajo, con una duración máxima entre diez y quince minutos, con análisis directo del intercambio de gases respiratorios, y alcanzando niveles máximos de esfuerzo (hasta que el deportista no puede soportar la carga al que es sometido) para medir el consumo máximo de oxígeno.
¿Qué valores se analizan durante la prueba de esfuerzo?
De acuerdo con las recomendaciones de la Sociedad Española de Cardiología es imprescindible realizar una historia clínica, un exploración física y un electrocardiograma previo a la ergometría; y monitorizar de forma continua el electrocardiograma durante el esfuerzo y al menos 3-5 minutos durante la recuperación postesfuerzo, también se debe controlar la tensión arterial del deportista.
Funciones que debe realizar personal médico entrenador.